¿Por qué cocinar por etapas?
La mayoría de las recetas tradicionales exigen cocinar a una sola temperatura durante un tiempo determinado. Aunque puede estar perfectamente bien hornear brownies a 177°C (350°F) durante 20 minutos, muchos alimentos, especialmente las proteínas, se benefician de dividir el proceso de cocción en etapas con diferentes temperaturas y tiempos de cocción.
Si ya conoce la cocción Sous Vide, esta estrategia le resultará familiar. En primer lugar, cocine los alimentos a fuego lento hasta que alcancen un punto perfecto de borde a borde y, a continuación, dórelos por fuera a fuego fuerte. Así se evitan los riesgos inevitables de la cocción en una sola fase: bandas grises en el exterior de un filete, aves secas y fibrosas, o verduras chamuscadas por fuera pero crudas por dentro.
Dependiendo de la comida que esté cocinando, puede optar por terminarla en la placa de cocción en lugar de en el Anova Precision™ Oven. Las proteínas más finas, como los filetes y los muslos de pollo, se cocinan mejor en los fogones para que se hagan rápidamente. Otros alimentos, como los asados grandes, pueden cocinarse de principio a fin en Precision™ Oven, añadiendo una fase de dorado después de la cocción sous vide.